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El Diario de Cantabria

Santander se queda este año sin la Copa Asobal

El torneo, en el que iba a debutar el Sinfín, se ha cancelado para aprovechar esas fechas para recuperar partidos ligueros aplazados

Víctor Montesinos, entrenador del Sinfín, lamentándose en el banquillo. / ALERTA
Víctor Montesinos, entrenador del Sinfín, lamentándose en el banquillo. / ALERTA
Santander se queda este año sin la Copa Asobal

Se veía venir. Era un secreto a voces desde hace un par de semanas y quedó confirmado en la reunión que la comisión deportiva de la Asobal ha mantenido esta semana. Finalmente, la Copa Asobal que se iba a haber disputado en Santander a finales de diciembre ha quedado suspendida porque la liga anda tan escasa de fechas que sabe que va a necesitar ese fin de semana para, unido a los días precedentes e incluso a los posteriores, aprovechar y disputar partidos aplazados antes de que termine el año. Y es una gran pérdida para el balonmano cántabro en general y para el Sinfín en particular porque pierden la oportunidad de disfrutar de un gran evento que pone un título en juego en un pocos días y del que, además, iba a tener la oportunidad de tomar parte el equipo que pilota Víctor Montesinos.

La posibilidad de dejar libre ese fin de semana del 19 y el 20 de diciembre en el que estaba colocado la Copa Asobal ya se había manejado en una anterior reunión, tal y como se contó en estas páginas la semana pasada. Sin embargo, no se había concretado y estaba sobre la mesa tanto la posibilidad de cancelarla definitivamente como de aplazarla para el primer semestre del año. Sin embargo, parece que finalmente han tirado por la calle del medio. En un curso tan complicado, quieren centrarse en lo verdaderamente importante y lo que puede condicionar el futuro del balonmano español, que es finalizar la liga de la mejor manera posible. Y eso deja a la Copa Asobal en la cuneta.

La cita estaba llamada a significar un paréntesis en el desierto santanderino, siempre alejado de los grandes acontecimientos deportivos ya sea por falta de interés o de recintos donde disputarlos. Tras varios amagos y después del frustrado intento del Sinfín por recabar apoyos para acoger la fase final de la Copa del Rey de hace unos años, competición aún más mediática e intensa, este año por fin logró traer a la capital cántabra la Copa Asobal. Ésta, además, deja siempre hueco al anfitrión, por lo que el equipo entrenado por Víctor Montesinos iba a tener la posibilidad de jugar en casa por un título y contra los mejores equipos del panorama nacional.

Además del equipo de casa, la Copa Asobal la juegan los tres primeros clasificados en la primera vuelta liguera. Y he ahí el problema, ya que, teniendo en cuenta la cantidad de encuentros aplazados que ha habido en las diez primeras jornadas, resulta improbable tener completada la primera mitad de la temporada para esas fechas y, por lo tanto, tener un cuadro completo del campeonato. De este modo, han decidido borrarla del mapa para priorizar el campeonato liguero, que incluso podría sufrir alteraciones de cara a la segunda vuelta. Y es que, también está sobre la mesa cambiar el formato y dividir la competición en dos grupos a partir del mes de marzo para jugar menos partidos. Como ya se explicara en estas páginas, por un lado estarían los que deben jugar por el título y las plazas europeas y por otro los que se jugarían la permanencia. Con todo, es una idea que a día de hoy se antoja lejana porque, sobre todo, tiene la postura encontrada de quienes están en la zona baja de la tabla.

Volverlo a intentar. Desde el Sinfín, reconocieron ayer que la noticia de la cancelación de la Copa Asobal les «disgusta mucho» porque llevan «muchos años esperando la oportunidad de volver a organizar el torneo». «Estábamos inmersos en los preparativos para que todo siguiese las normativas, pero ante todo hay que dar prioridad a las necesidades actuales», asumían. La idea inicial era haber disputado el torneo en el Palacio de Deportes, pero estaba también abierta la opción de trasladarlo al pabellón de La Albericia para que la limitación de aforo no se hiciera tan evidente en un espacio tan grande. Era una opción que se planteó cuando podían entrar trescientas personas a ver un partido de balonmano, pero desde la semana pasada ya no puede ir ninguna.

En este sentido, el hecho de cancelar la edición del 2020 puede incluso resultar positiva para Santander en el caso de que consiga mantenerse como sede con vistas al próximo año, cuando todo el mundo espera que la situación sanitaria sea mucho mejor que ahora. La intención del club presidido por Servando Revuelta es esta: «Lejos de desanimarnos, estamos trabajando para que la edición de la Copa Asobal 2021 se pueda celebrar en Santander y quitar el regusto amargo que nos deja esta situación». De hecho, pasaría de tener que disputarse a puerta cerrada, sin el calor del público y sin el ambiente que se genera en verdad en un acontecimiento así a poder disfrutarlo de verdad al máximo. Y es algo incluso importante para la ciudad porque podría traer aficionados de equipos participantes. Sobre todo, si son de lugares cercanos como bien podría ser León, Logroño o Irún, que tienen equipos potentes. De todas maneras, lo que es importante para que esto pueda ser así es que el equipo santanderino se quede en la máxima categoría este año. Para ello, ha de ofrecer una imagen y un rendimiento opuestos al del último partido que disputó, que fue el del sábado pasado en casa ante el Bidasoa. Bien podía haber sido un partido que se diera en la Copa Asobal, pero hay que creer que los hombres de negro habrían transmitido una sensación bien diferente, ya que la imagen que dejaron no fue nada positiva.

A la espera de iniciar su verdadera liga

El Sinfín va a tener que esperar para quitarse el mal sabor de boca que le dejó el partido del pasado sábado en La Albericia contra el Bidasoa. No hay jornada este próximo fin de semana y su próximo partido está fijado para justamente dentro de siete días, cuando visitará la cancha de Puerto Sagunto. Ese partido será el punto de partida de la verdadera liga del Sinfín, que ha tenido el inicio de campeonato más complicado de todos tras haberse medido a los ocho primeros clasificados en los nueve encuentros que ha disputado.

Todos los ha perdido y el único que tenía que ganar, el del noveno en discordia, que fue el Guadalajara, lo ganó. A eso se aferra el equipo santanderino, que está sumido en una situación clasificatoria ciertamente complicada. Sólo hay un equipo que suma menos puntos (uno) pero lo hace tras haber jugado cuatro partidos menos hasta la fecha. De este modo, el equipo santanderino iniciará esta nueva fase del calendario ante rivales con los que se debe jugar la permanencia con ciertas obligaciones para iniciar un despegue que no puede esperar.

De este modo, tras medirse al equipo valenciano, está programado que el Sinfín juegue ante el Benidorm, el Anaitasuna, el Cisne Los Sauces, el Huesca y el Villa de Aranda, más el envite aplazado contra el Cangas, de manera consecutiva. Se vienen, por lo tanto, semanas decisivas para el equipo cántabro siempre que la competición no se pare, algo que podría suceder en el caso de que se decrete un nuevo confinamiento domiciliario similar al del mes de marzo. Para todo hay que estar preparado y, por lo que pueda pasar, mejor será ir sumando puntos a la buchaca cuanto antes.

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