24.04.2024 |
El tiempo

El partido imposible más desangelado en La Albericia

El Sinfín recibe este mediodía al Barça sin apenas poder vender entradas aunque con televisión | Pla causará baja por los locales

El partido imposible más desangelado en La Albericia

Aunque el partido en sí es imposible, la visita del Barcelona al pabellón de La Albericia siempre ha sido especial. En el fondo, concede la posibilidad de ver en vivo y en directo a algunos de los mejores jugadores del mundo por mucho que el Sinfín se termine convirtiendo, con el paso de los minutos, en un convidado de piedra obligado a ejercer un papel secundario en el espectáculo azulgrana. La afición lo acepta como algo irremediable y, aún así, parece que le gusta porque es el día que más gente hay en el pabellón. Como el resultado se conoce de antemano, el envite se convierte en otra cosa diferente que hay quien disfruta a pesar de carecer de toda incertidumbre por el resultado. Uno va al partido liberado y a disfrutar de los ‘globe trotters’ del balonmano.

La visita del Barça se produce una vez por temporada y toca hoy. Habitualmente, para el Sinfín supone el 50% de la recaudación por venta de entradas que consigue en todo un curso, de ahí que sea un día importante parea cuadrar cuentas. Lo malo es que la campaña pasada no se produjo la visita del dominador de la Asobal porque le tocaba haberlo hecho mientras todos estábamos en casa confinados. Mala suerte. Y ésta sigue instalada porque el enfrentamiento contra el campeón azulgrana de este nuevo curso ha llegado demasiado pronto, sin posibilidad alguna de modificar el protocolo de seguridad del Gobierno cántabro que permite sólo la entrada de trescientos aficionados al pabellón de La Albericia. Eso reduce al mínimo la capacidad de conseguir algún ingreso significativo por esta vía. Más difícil todavía. Qué complicado está siendo cuadrar números para el club santanderino.

Este año, aún serán más enormes las diferencias entre el Barça y los demás  y, sobre todo, entre el Barça y el Liberbank Cantabria. El bando catalán maneja un presupuesto que nada tiene que ver con el del resto de equipos de la liga y por eso se ha paseado por ella en los últimos años, desde que desaparecieran aquellos que le hacían sombra. Precisamente por querer mantenerle el ritmo, terminaron quebrados. Hubo un momento en el que lo hizo el Teka, pero acabó en la cuneta como acabaron el Ciudad Real o el Portland. Así, la competición de la regularidad es para el cuadro azulgrana una competición molesta, un ligero entrenamiento de irregular calidad a la espera de encontrarse en Europa con alguien con capacidad de mirarle a los ojos. De hecho, no sólo gana las ligas con enorme autoridad, sino que lo hace sin dejarse puntos. Eso resta interés a la competición, pero poco se puede hacer.

Lo cierto es que, por lo que sea, gustan más los partidos del Barça contra cualquier equipo al que se sabe de antemano que va a ganar por más de diez goles que otro cargado de incertidumbre, emoción y dramatismo como podría ser el encuentro del Sinfín contra cualquier equipo de la zona media baja. De hecho, hoy habrá televisión porque siempre emiten al líder. Y cuando a los responsables de decidir qué encuentros televisar se les recuerda que los partidos del Barcelona no tienen suspense alguno, responden que son, de largo, los que más audiencia dan. Y lo mismo sucede con el Sinfín. Siempre ha ido mucha más gente a ver al bando azulgrana que a cualquier otro partido. Así funciona esto.

calendario difícil. Y bajo ese funcionamiento intentará dar la cara el bando de Víctor Montesinos, a quien se le viene encima un calendario complicado que ya arrancara la semana pasada en Granollers. Aunque pocos daban un euro por el equipo santanderino, lo cierto es que éste no estuvo lejos de ganar y estuvo cerca de empatar, pero volvió de vacío. Al menos, se pudo traer consigo una buena colección de buenas sensaciones que pueden ser una buena inversión de futuro. Hoy se medirá al líder y el próximo sábado a Ademar en León, por lo que, en el fondo, es bien consciente de que su liga de verdad comenzará dentro de un par de semanas.

Con todo, los santanderinos no son de los que bajan los brazos de manera anticipada. De hecho, en el tiempo que llevan en la Asobal, han tenido partidos en los que han sido capaces de tutear al Barcelona durante buena parte del encuentro. Lo que sucede es que éste se les suele hacer excesivamente largo porque mientras el equipo rival cuenta con plantilla suficiente como para hacer cambios de manera constante, el Sinfín se acaba percatando de que no tiene motor ni piernas suficientes para aguantar el ritmo que exige tratar de hacer frente al Barça y por eso siempre ha acabado sucumbiendo. Todos lo hacen.

Si ya de por sí el Liberbank Cantabria iba a comenzar el encuentro en clara inferioridad de todo tipo respecto a su rival, más aún lo hará teniendo en cuenta que perderá a uno de sus jugadores de primera línea, que es, quizá, la que más ajustada de número está. Alberto Pla no podrá ser de la partida por problemas físicos aunque parece que Herrero Lon, el otro jugador del equipo que ha estado toda la semana entre algodones, podrá ser de la partida. Con todo, el de hoy tampoco será un encuentro para arriesgar con nadie. De hecho, atravesar una fase del calendario que ni mucho menos obliga a sacar puntos o ganar permite ir afinando aún más el equipo, que no dispuso de partidos de pretemporada, para afinar sus piezas. Y lo cierto es que el proyecto parece que va por buen camino, como demostró su victoria en el único encuentro disputado en casa, su buena actuación de Granollers o los chispazos de los primeros dos encuentros ligueros, ambos a domicilio y arrastrando algunas limitaciones.

Delante habrá toda una selección que llegará, además, reforzado por la presencia en la cancha de jugadores como Makuc y Blaz Janc. También se estrenará en La Albericia, tras no poder hacerlo el curso pasado, Luka Cindric. Son jugadores a los que el aficionado, y quizá, sobre todo, al que se acostumbró al caviar con el Teka, le gusta ver. Y la pena es que el Sinfín no ha podido vender entradas. Vendió trescientos abonos porque es el número máximo de aficionados que puede estar en la grada y no hay margen para más. Con todo, como el club es consciente de que alguno de ellos no podría estar en el pabellón a mediodía de hoy por preferir verlo en la televisión, por incompatibilidad de cualquier tipo o porque, directamente, asume que es el partido con menos historia de la temporada, abrió la posibilidad de que avisara con unos días de antelación para poder vender la entrada. Por eso ha podido haber movimiento por las oficinas en los últimos días. Eso siempre es bueno.

El partido imposible más desangelado en La Albericia
Comentarios