Si hay algo que ha hecho el Sinfín esta temporada es jugar contra rivales de altura. En los partidos que ha disputado, ha jugado ya contra siete de los ocho primeros clasificados a día de hoy. Y el único partido que ha jugado contra un rival que no pertenece a esa zona de la tabla, lo ha ganado. Por eso en el seno de la plantilla santanderina confían en que su actual situación clasificatoria, que es muy preocupante a simple vista, sea engañosa y en lo que queda de primera vuelta, si la pandemia permite disputarla y completarla, puedan darle la vuelta. Hoy sería un buen día para empezar, pero lo cierto es que se miden al único equipo de los ocho primeros contra el que le faltaba medirse.

El equipo de Víctor Montesinos debería haber respirado el fin de semana pasado o, por lo menos, debería haberse evaluado a sí mismo enfrentándose a un rival de su liga, pero no pudo ser porque el Cangas al completo estaba confinado. Hubo que pasar página y en la siguiente se va a encontrar con el Bidasoa, que se va a presentar en La Albericia montado en moto. Ha jugado seis partidos y los ha ganado todos. Está limpio, impoluto y virgen. Nadie ha sido capaz de meterle mano y, de hecho, el miércoles se llevó de Logroño los dos puntos tras ganar 28-32 al equipo local. Era la primera vez que se medía a un rival que puede considerarse de su liga y estuvo a la altura.

El conjunto irundarra, que hace no demasiado tiempo se batía el cobre con el Sinfín de manera habitual en División de Honor Plata y que hoy prácticamente está asentado en Europa, ha aprovechado una fase inicial del calendario plácida para su potencial. Ha dejado en la cuneta a Guadalajara, Nava, Huesca, Anaitasuna y Cangas, además de al citado Balonmano Logroño. No hay equipo pequeño que interrumpa su camino y hoy quiere también pasar por encima de un Sinfín al que mira desde arriba. Lo hará tras haber jugado entre semana mientras que el equipo santanderino no salta a escena desde hace quince días, por lo que puede contar ahí con una frescura física que le va a venir bien para hacer frente a la exigencia del partido contra un equipo con una profundidad de plantilla que le permite mantener un alto ritmo de juego durante los sesenta minutos.

Al Sinfín le toca el más difícil todavía. Si ya de por sí tenía un equipo cogido con pinzas, muy corto y, sobre todo, limitado numéricamente en la primera línea, más aún lo está tras las lesiones de Alberto Pla y Lon. El lateral cántabro, un jugador polivalente que también puede actuar como central y como extremo, no termina de levantar cabeza. Ya se quedó sin poder jugar en toda la segunda vuelta del curso pasado y ahora lleva unas semanas instalado en otro túnel que incluso ha animado al club a acudir al mercado en busca de un refuerzo que, por lo menos, ayude y pueda dar minutos de descanso a Dimitrievski, Nico Zungri o Xavi Castro. El elegido es Jorge Nazario, internacional puertorriqueño con experiencia y que procede del Cajasur CBM, con quien anotó 120 goles el curso pasado. Curiosamente, estaba sin equipo y el objetivo es que juegue tanto en el Pereda de Primera Nacional, equipo convenido del Sinfín, como con éste, pero los trámites para formalizar esto están siendo más complicados de lo que pensaron en un principio. No es un jugador que, de partida, vaya a permitir dar un salto de calidad a los hombres de negro pero al menos sí tapará agujeros y, sobre todo, llegará con enormes ganas de aprovechar la oportunidad.

La lesión de Herrero Lon va por buen camino y si hoy el equipo se midiera a un rival directo, a buen seguro que jugaría, ya que la rotura parece cicatrizada. Sin embargo, le van a reservar aprovechando que el siguiente encuentro será dentro de diez días. Parece una buena idea que, aún así, vuelve a dejar al grupo sin uno de sus mayores argumentos ofensivos tanto por la salida que siempre ofrece como por lo que condiciona la defensa rival. Y bien le viene siempre al equipo santanderino una mayor fortaleza en ataque que, aún así, ha de ser el complemento de una mayor efectividad en la retaguardia de la que está teniendo el equipo de Montesinos. Y eso pasa, hoy en día, por una mejora de la portería, que poco viene aportando. Es difícil ganar un partido cuando el rival suma una docena de paradas y tú no pasas de dos o tres. Ahí hay una diferencia insalvable para un equipo del nivel del cántabro.

El encuentro se disputará en La Albericia a partir de las 18.30 horas y no podrá haber público. El último decreto a raíz de los últimos datos sanitarios prohíbe la asistencia de aficionados a los eventos deportivos y ni siquiera podrán entrar al pabellón las trescientas personas que lo venían haciendo. A cambio, al menos, se podrá ver por la pequeña pantalla mediante LaLigaSportTV. Algo es algo. La Asobal va a vivir una especie de récord al tener programados siete partidos para hoy y uno de los elegidos ha sido el de Santander. Es la parte positiva de medirse a un grande.