20.04.2024 |
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El Sinfín da la sorpresa

  • El club santanderino ha decidido prescindir de Rodrigo Reñones tras doce años de estrecha relación 
  • El equipo pretende iniciar una nueva etapa tras nueve temporadas con el mismo técnico 
  • Ahora, toca buscar un sustituto
Rodrigo Reñones, en uno de sus últimos partidos como entrenador del Sinfín. / ALERTA
Rodrigo Reñones, en uno de sus últimos partidos como entrenador del Sinfín. / ALERTA
El Sinfín da la sorpresa

Saltó la sorpresa en el balonmano cántabro. Y mucho más allá. Que el Balonmano Sinfín haya decidido prescindir de Rodrigo Reñones no sólo ha sorprendido en Cantabria, sino en todo el panorama nacional. Se podría especular sobre muchas cosas, pero no sobre la continuidad del técnico santanderino al frente del equipo de La Albericia. No entraba en la cabeza de nadie, pero ha sucedido. Y lo más sorprendente aún es que no ha sido por propia iniciativa del entrenador, sino del propio club. Éste ha decidido iniciar un tempo nuevo y ha comenzado por lanzar una noticia que ha cogido con el pie cambiado a todo el mundo, incluso al propio interesado.

La noticia saltó en la mañana de ayer, cuando el Sinfín hizo público un comunicado en el que afirmaba que había decidido «prescindir del técnico santanderino para el siguiente curso». No daban muchas más explicaciones y, a partir de ahí, en los tres siguientes párrafos se limitaba a recordar la extensa trayectoria de Rodrigo Reñones en el seno de la entidad presidida por Servando Revuelta, primero como jugador y después como entrenador. Se trata de una biografía intachable y, a la larga, de un matrimonio que tenía el aspecto de estar a prueba de todo tipo de contratiempos. Tanto el club como el técnico estaban creciendo dados de la mano pero ahora ambas se han separado.

Desde el Sinfín hablan de la «necesidad de dar un cambio de timón al frente del equipo». Han debido considerar que el proyecto se había estancado o que corría el peligro de hacerlo si se mantenían fieles a su filosofía. Y ésta ha sido siempre la de caminar junto a Rodrigo Reñones. De hecho, Servando Revuelta siempre ha presumido de cerrar rápidamente los acuerdos con el entrenador santanderino y de bastar una conversación de dos minutos para alcanzar un acuerdo. El tema económico nunca ha sido, al menos hasta ahora, un problema. Quizá, porque el técnico es un gran conocedor de los entresijos del club, de sus carencias, de sus necesidades y también de sus virtudes. Y se adecuaba a ellas. De hecho, se ha ido presumiendo, como recordó ayer, de no haber pedido nunca ni un solo jugador a la directiva. Su misión ha sido adaptarse a la plantilla que le han ido brindando e intentar sacar el máximo partido de ella.

«A veces, es sano hacer limpieza»

«El club y el presidente han decidido dar un cambio y no seguimos. Es una situación clara y ya está». Así explicó Rodrigo Reñones la noticia dada a conocer ayer en los micrófonos de Onda Cero. «El presidente ha decidido que yo no soy el entrenador para el próximo año y como tal hay que aceptarlo. Forma parte del juego del deporte», añadió. Aseguró el técnico que no había recibido explicaciones por parte de Servando Revuelta y que tampoco se las había pedido.

«Es una decisión tomada y poco se puede hacer al respecto», recalcó.  Haciendo balance a sus doce años en el club, recordó que siempre se había mostrado «ilusionando y motivado por trabajar para que el deporte de Cantabria estuviera en lo más alto» y que, de hecho, estaba muy «orgulloso» de haber completado toda su vida deportiva, hasta la fecha, en clubes de la comunidad autónoma. Recordó que cuando llegó al Sinfín éste era «el último equipo de Honor B» y que, cuando se va, el equipo está en Asobal. Descubrió que se había marcado un camino así «como objetivo individual» y cree que, en parte, ha tenido una obvia responsabilidad en esa progresión.

Reñones entiende que, al contrario de lo que puede suceder con los jugadores, «un entrenador siempre tiene fecha de caducidad» y la decisión de prescindir de él ha pasado ahora como podía haber pasado el próximo año, pero iba a pasar. De hecho, entiende que «a veces es sano hacer cierta limpieza en el vestuario de entrenadores o de jugadores porque, de lo contrario, uno se puede cansar siempre del mismo discurso o incluso de ver siempre la misma cara». Y más aún, según afirmó Reñones, «en esta región, donde, por suerte o por desgracia, hay mucha envidia».

La noticia llegó apenas tres días después de que se confirmara la permanencia del Sinfín en la liga Asobal y el punto y final a la temporada. Desde ese momento, desde el club ya se podría poner en marcha la maquinaria para comenzar a preparar la próxima campaña, que, si los dirigentes son capaces de conseguir el presupuesto necesario para ello, debería ser en la Asobal. El Sinfín mantiene su plaza ahí y enlazará su tercera temporada consecutiva en la máxima categoría por vez primera en su historia. En su anterior etapa entre los mejores, sólo duró dos años. La actual al menos durará tres.

Lo que nunca se sabrá es qué habría sucedido si se hubiera dado continuidad a la temporada de manera convencional. Sobre todo, porque las cosas no pintaban bien para los hombres de negro después de una segunda vuelta que invitaba a la preocupación. El equipo se atascó, sobre todo en ataque, y alcanzó el parón con sólo dos puntos de colchón respecto al descenso y cotizando a la baja. En el ambiente volvía a reinar el miedo a otra pobre segunda vuelta, que parece ser  marca de la casa del Sinfín cada vez que ha jugado en Asobal. Nunca se sabrá cómo se habría desarrollado la historia.

Con todo, es probable que a los dirigentes del club santanderino les surgiera la preocupación de forma seria y empezaran a pensar en lo impensable. El Sinfín había mostrado de manera tan contundente su continua confianza en el técnico cántabro que incluso le renovó el contrato tras el último descenso a División de Honor B. Y aquello resultó una decisión acertada porque, sólo doce meses después y liderado por el propio Reñones, el equipo cántabro recuperó su lugar entre los mejores.

de la mano. Lo cierto es que el crecimiento del Sinfín ha ido de la mano del ya exentrenador de su equipo. A éste le fichó hace doce años, después de una eterna trayectoria en el Teka de quien entonces fuera extremo derecho. Cuando llegó al club presidido por Servando Revuelta, el equipo era uno de los humildes de la División de Honor Plata. Jugó tres campañas y, una vez que el paso de los años le terminó retirando, pasó a ser el entrenador del equipo. Y éste lo agradeció. El proyecto se fue consolidando y, tras cuatro campañas en la categoría de plata, por fin logró el ascenso en aquel agónico playoff disputado en el pabellón de La Albericia y que se decidió desde la tanda de penaltis.

El debut en la Asobal se saldó de manera digna y holgada. No pagó el equipo la novatada. En la segunda temporada, todo parecía ir por el mismo camino pero en la segunda vuelta se acumularon una serie de desgracias que convirtieron los últimos meses de la competición en una pesadilla hasta culminar el descenso. Volvieron a estar entre los mejores en el curso 2018-19, que fue el mejor de la historia del club gracias, sobre todo, a una primera vuelta que permitió al equipo cántabro soñar con las competiciones europeas hasta febrero. A partir de ahí, dio inicio a una muy mala racha de resultados peor incluso que la del curso anterior por esas fechas. Lo bueno fue que tuvo un colchón que le impidió sufrir. Hubo tiempo para hacer el equipo del presente curso y por eso había confianza en dar un paso más, pero el equipo no lo ha dado.

Lo cierto es que el Sinfín ha estado siempre lejos del descenso y más cerca de los de arriba que los de abajo del todo, pero lo que pudiera suceder en la segunda vuelta sí daba un poco de miedo. Con todo, es cierto que estaba sólo dos puntos por encima del pozo pero también que estaba sólo a tres del séptimo clasificado. Lo que se veía negro, podría convertirse en blanco con sólo un par de resultados.

Reñones se ha puesto ahora en el mercado mientras mantiene su puesto como seleccionador español junior. Mientras, el Sinfín está en plan construcción del próximo proyecto. El primer paso será contratar al nuevo entrenador. En cuanto a los jugadores se refiere, ya han renovado Marko Dimitrievsky y Alberto Pla. Además, está atado el extremo argentino Ramiro Martínez, que llegará procedente del Zamora. Habrá que ver si la ‘revolución’ que ha querido realizar el Sinfín en el banquillo tiene continuidad en la plantilla y también se acaba la etapa de jugadores que suman muchos años vistiendo de negro. Por ahora, entre los que se marchan, están Ander Torriko, que reforzará a Anaitasuna, y Jorge Silva, que hará lo propio con el Nava. Ayer, el central madrileño Nacho Valles, uno de los pilares del equipo santanderino en los últimos tiempos, envió un tuit de agradecimiento a Rodrigo Reñones: «Te deseo la mayor de las suertes en tus nuevas metas y aventuras, Rodri. Gracias por estos tres años juntos».

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