Como corren tiempos intensos, de acumulación del trabajo y de ritmo de equipo de competición europea, al Sinfín le toca volver a jugar hoy de nuevo. Será el cuarto partido en apenas diez días tras haber conocido en los tres anteriores los tres signos de la quiniela: ganó a Cangas, empató con Cisne y perdió con Huesca. Hoy toca repetir uno de ellos. La intención de los entrenados por Víctor Montesinos es traerse a casa otros dos puntos pero es bien consciente de las dificultades que conlleva sorprender al Puerto Sagunto en su cancha por mucho que sus últimos resultados no hayan sido buenos. Lo suyo va de sensaciones y está en ese punto en el que toca hacerlas buenas una vez que, como el equipo santanderino, está en una etapa del calendario en el que le toca medirse a sus rivales directos por la permanencia.

Se miden hoy en el Ovni porteño dos equipos que están con el agua al cuello y que están atravesando un momento clave de la temporada, un momento en el que han de sumar muchos de los puntos que necesitarán para mantenerse a flote. Ambos afrontarán el encuentro con los mismos cinco puntos pero con la diferencia de que el Sinfín tiene un punto más. De ahí que se antoje importante asaltar esta tarde, a partir de las 20.30 horas y sin posibilidad de ver por ningún lado el partido, Puerto Sagunto. Ambos equipos vienen de perder pero también de creer que merecieron más y mejor suerte de la que tuvieron.

El equipo valenciano afronta el encuentro sumido en una racha de cinco derrotas consecutivas. Como su rival de hoy, ha ganado dos partidos y ha empatado uno. Fue el pasado catorce de noviembre cuando le ganó 35-30 a Anaitasuna en su pabellón, donde también firmó tablas contra Benidorm, pero aquello fue en septiembre. Por lo tanto, en su propia cancha ha sumado tres puntos (los mismos que el Sinfín) pero ha vendido también buenas sensaciones. De hecho, viene de caer como local ante Logroño y Ademar, contra los que fue capaz de dar la cara durante buena parte del encuentro. De hecho, contra los primeros tuvo opciones de sumar durante 55 minutos y contra los segundos durante 50. Como tantas veces le ha sucedido al equipo de Víctor Montesinos, le faltó fondo de armario para culminar el buen trabajo hecho contra los grandes de la categoría. Es muy difícil mantenerles el ritmo.

Hoy no le sucederá eso a Puerto Sagunto porque el Sinfín se va a presentar mermado. Al ser el partido entre semana, de nuevo se quedará sin Cristian Postigo y sin Diego Muñiz. Éste si encontró la manera de librar sus obligaciones laborales el pasado miércoles para estar en Cangas pero hoy no podrá saltar a la cancha porteña para, como suele ser habitual en él, liderar la defensa de su equipo. Es, quizá, la peor consecuencia de haber tenido que aplazar partidos y tener que recuperarlos entre semana.

La ausencia del extremo maño adquiere quizá menos trascendencia teniendo en cuenta, además, que tampoco tuvo mucha participación en el partido del pasado sábado ante Huesca, ya que fue Alberto Pla quien ocupó durante buena parte de la contienda el extremo izquierdo. Además, en la recámara también está el joven Lastra. La situación dista mucho de ser igual al vacío que deja la baja del capitán. Con todo, no queda otra que afrontar una situación en la que ya ha pensado más veces Víctor Montesinos y que, por lo tanto, no le cogerá por sorpresa. La nómina de bajas la completan el guardameta Ernesto y Gustavo Alonso, que se mantienen en la enfermería desde el parón.

El Puerto Sagunto, entrenado por Vicent Enric, cuenta con una plantilla veterana y experimentada que conoce bien la categoría y con jugadores de un nivel avanzado con capacidad de dar la talla en buena parte de los equipos de la Asobal. De entre todos ellos, quizá destacan las figuras de Carou y Pozzer en tareas defensivas, que dan forma a una muralla habitualmente bien respaldada por Franzini bajo palos. Generalmente, la retaguardia valenciana dibuja un 6-0 que también se puede convertir en un incómodo 5-1 que cuesta trabajo derribar.

En cuanto al ataque, tienen una buena salida de primera oleada con sus extremos llevando a cabo un juego que no se basa mucho en el colectivo dando prioridad a los jugadores de muy buena calidad de los que disponen, entre los que destaca Corzo. Éste se maneja bien en el uno contra uno pero también en el lanzamiento de media distancia. Cuidado habrá que tener también con los dos laterales, Pomeranz y Querin, que, además, suman el temple y la veteranía que les conceden las trayectorias que llevan detrás. Ya en la segunda línea y convertido en referencia en ambas áreas, destaca la figura del ya citado Pozzer, que a buen seguro que hoy lo tendrá un poco más fácil al no contar delante con Diego Muñiz.

En definitiva, el equipo cántabro se va a batir el cobre con un equipo plagado de jugadores muy completos que cuentan con un buen lanzamiento, una buena técnica individual y un notable juego con el pivote, por lo que el centro defensivo de Montesinos tendrá que mantenerse muy férreo sin despistarse en ningún momento y teniendo la certeza de que les espera un partido largo. La defensa tomará protagonismo con el objetivo de contrarrestar acciones de defensa y subidas de contraataque. Todo ello, aliñado con la necesaria aportación de la portería que volverá a ocupar Elcio y cuyo rendimiento ha sido notable en los últimos encuentros.