El Sinfín se quitó un gran peso de encima el pasado domingo, en ese apretado partido ante el colista que llegó a estar perdido y que terminó ganando. Lo hizo con un lanzamiento de penalti con el tiempo cumplido. Sufriendo, apurando hasta el último momento para seguir vivo en la competición que da de comer. Hoy toca cerrar el año con la otra, con la de las ilusiones, con esa en la que apenas hay nada que perder y sí la oportunidad de asomar la cabeza por una fase final que a todos apetece y que, precisamente, será en Antequera, el mismo lugar donde el conjunto cántabro se aferró a la vida en el último encuentro de la primera vuelta liguera.

Hoy (19 h.), apenas 48 horas después de ese vital enfrentamiento en Antequera, el Unicaja Banco Sinfín afronta su primera eliminatoria copera. Será ante un rival de inferior categoría y a domicilio. En concreto, en una cancha bien cercana a la que acogió su último duelo de Asobal por este año. Lo hará en Málaga, en la capital de la Costa del Sol y ante un equipo que está peleando semana a semana por conseguir el ascenso y militar la próxima temporada en la máxima categoría. La eliminatoria será a partido único y eso quiere decir que quien pierda se quedará fuera. En ese sentido, no cambia mucho la situación respecto al envite del pasado fin de semana porque una derrota también le habría dejado con pie y medio fuera de todo.

Como la casualidad y el sorteo copero provocaron que tanto el último partido liguero del año como la primera eliminatoria copera del Unicaja Banco Sinfín fueran en tierras malagueñas, la expedición se ha ahorrado tener que cruzar la península dos veces en cinco días y se ha quedado en el sur. Para que no hubiera que pasar demasiadas noches de hotel, el club santanderino logró retrasar el encuentro ante Antequera al domingo y adelantar el de Copa a hoy martes. Por eso los hombres de Víctor Montesinos han estado concentrados desde el sábado, que es cuando emprendieron viaje hacia la Costa del Sol, hasta esta misma noche después del partido, que es cuando emprenderán el desplazamiento de vuelta con la idea de estar en la capital cántabra mañana a primera hora.

El Sinfín espera hacerlo con la clasificación copera en su bolsillo. Eso le permitiría, junto a la victoria liguera del domingo, terminar el año con un buen sabor de boca y con la esperanza de levantar definitivamente el vuelo en la segunda vuelta. A ella va a llegar vivo en la lucha por la permanencia aunque en desventaja con quienes se apuntan a ser sus rivales por la salvación, que, a día de hoy, serían Cuenca, Atlético Valladolid y Ademar, que, sorprendentemente, es quien más cerca se va a quedar al haber alcanzado el ecuador de la competición con sólo diez puntos. En la nómina podría entrar el Balonmano Torrelavega pero a éste le queda un partido aplazado por jugar. Lo disputará el próximo sábado contra Benidorm y, en caso de ganar, se iría ya a los catorce puntos, que serían cinco más de los que tiene el Sinfín.

Con todo, los hombres de Víctor Montesinos están centrados en el duelo de hoy, que anuncia complicaciones porque el Trops Málaga es un buen equipo que está haciendo bien las cosas en División de Honor Plata. Es el tercer clasificado aunque con dos partidos menos. Uno de ellos es el que debía haber jugado el pasado fin de semana contra el líder, que es el filial del Barça. No se jugó por un positivo en la plantilla malagueña que incluso puso en duda la disputa del encuentro copero de esta tarde.

Si el equipo malagueño gana los dos encuentros aplazados que le quedan por jugar, podría colocarse en lo más alto de la categoría de plata. Y el Sinfín sabe bien que eso no es fácil y que habla de un proyecto que está haciendo bien las cosas. Por lo tanto, se anuncian dificultades en el encuentro de esta tarde. Será la segunda ronda de la Copa del Rey aunque la primera de ellas sólo la jugaron los equipos de Plata. En concreto, el Trops Málaga ganó, también en su cancha, 24-22. Es consciente de que ahora le toca un rival más duro pero no renuncia a soñar.

El rival que tendrá delante hoy el Unicaja Banco Sinfín ha perdido un sólo partido de los ocho que ha jugado mientras que ha ganado cinco y ha empatado dos. No le va mal. Por eso cree que está en un buen momento para intentar colarse entre los mejores equipos del balonmano español en la competición que permite soñar, que es la Copa del Rey. Tras la eliminatoria de hoy, la siguiente ya será a doble partido y, quien la supere, estará ya dentro de la final a 8 que se celebrará en marzo en Antequera y para la que ya están clasificados tanto el Barça como el equipo anfitrión.

Como en todo partido entre semana lejos de casa, el Sinfín no podrá contar con Diego Muñiz esta tarde por motivos laborales. Sin el capitán y, además, principal baluarte defensivo del equipo, es probable que Víctor Montesinos eche mano de Perbela, que no jugó ni un segundo en Antequera, para ayudar en esas labores en retaguardia. En marcha también se pondrá ese 5-1 que tan importante fue para la victoria del pasado domingo en Antequera. Y es que, es el Sinfín un equipo con recursos pero quizá le falta regularidad en su utilización.