Los ayuntamientos de Astillero y de Villaescusa decidieron «por precaución» y de manera conjunta cerrar el puente de hierro que une ambos municipios, tras el deterioro de la grieta de uno de los soportes de la estructura.

Así lo anunció, en su página de Facebook, el alcalde de Villaescusa, Constantino Fernández, quien explicó que esta decisión se tomó ante los informes técnicos emitidos y de manera momentánea por su «notable deterioro» estas últimas semanas.

«Esperamos anunciar novedades de su reparación y reapertura en el menor tiempo posible», señaló.

PRC de El Astillero. El PRC de El Astillero volvió a alertar de los «graves problemas de cimentación» que padece el puente de Ría de Solía, que han «ido empeorando» con el paso del tiempo y «sin intervención alguna», ya que según los regionalistas el alcalde, Javier Fernández Soberón, está haciendo «oídos sordos a pesar de su conocimiento».

Así, el PRC lamenta en un comunicado la actitud «pasiva» del regidor ante el «serio e inminente riesgo de colapso» que padece dicha infraestructura, mostrando a lo largo de estos meses «una nula intención de buscar solución a este problema».

El partido asegura que tanto en los plenos como en las comisiones informativas se le ha instado a que colabore con el Ayuntamiento de Villaescusa, como ya hizo la anterior Corporación para redactar el proyecto y pedir subvención al Gobierno de Cantabria para el arreglo de la estructura metálica en 2017.

Por ello tilda de «caradura» su intención de querer buscar relación causal entre la obra de 2017 y el problema con los estribos de mampostería que se manifiestan ahora con «serio riesgo de desplome» del puente.

«Desde hace cuatro meses llevamos alertando del riesgo que suponen los problemas estructurales del puente, ya que en caso de derrumbe quedaría afectada además la tubería de la Autovía del Agua que cruza por la misma infraestructura y suministra el agua potable a nuestro municipio, sin recibir respuesta ni acción alguna», critican los regionalistas.

Además, destacan que los vecinos de Astillero tuvieron que enterarse de dicho problema «no por nuestro alcalde, sino por el del municipio vecino», Villaescusa.

Por ello insisten en que, aunque se haya tomado la medida cautelar de cierre, en el caso de Fernández Soberon «arrastrado» por la iniciativa del municipio vecino, el alcalde debe poner «de inmediato» sobre su mesa este asunto para «no tener que lamentar ninguna desgracia» concluye.