Mantendrá encuentros con CCOO y UGT en Cataluña y acudirá a la fábrica de Seat en Martorell

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, realizará una visita a Barcelona de dos días donde mantendrán varios encuentros con representantes sindicales, en plena negociación con los socios de investidura para tratar de recabar apoyos a la reforma laboral.

Concretamente, se trata de una pequeña gira que ya tenía previsto realizar el viernes de la semana pasada, pero que tuvo que aplazar por su confinamiento tras su positivo en Covid-19 y ahora retoma.

El miércoles habrá encuentros con UGT y CCOO en Cataluña, donde además participará en una asamblea con representantes de los trabajadores en sectores como la hostelería y el comercio, centrado en dialogar sobre la nueva reforma laboral.

Al día siguiente acudirá a las instalaciones de la fábrica de Seat, que dirige Wayne Griffiths, y se contempla una reunión con el comité de intercentros de la compañía, que versará también sobre el nuevo marco laboral.

En Unidas Podemos subrayan que esta visita adquiere una importante carga simbólica, pues visualiza 'músculo' y sintonía de las centrales sindicales con este proyecto normativo, que busca terminar con el marco laboral gestado por el PP en 2012.

Desde el espacio confederal confían en conseguir la convalidación de la reforma laboral con fuerzas del bloque de investidura como ERC, Bildu y PNV, además de otros aliados parlamentarios del arco progresista. Recientemente, Díaz pudo cenar en Madrid con el presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, como señaló él mismo en una entrevista.

A su vez, se espera que dirigentes de los comunes acudan a la asamblea del miércoles por la tarde con delegados de CCOO, por lo que de nuevo se pondrá de relieve la sintonía entre la ministra de Trabajo con la formación que abandera la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

MENSAJE A RUFIÁN: ESCUCHAR A LOS SINDICATOS

Precisamente hoy el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha dirigido el foco al portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, a quien pidió que escuche a los sindicatos sobre la reforma laboral y destacó, en referencia a todo el bloque de investidura, que este es el inicio para acordar una agenda legislativa en materia laboral de cara al futuro de la legislatura.

Al dirigente de ERC, que la semana pasada fue muy duro con el Ejecutivo al hablar de "chantaje" al no abrirse a posibles cambios del texto pactado en el diálogo social, le ha instado de nuevo a desistir de armar un "frente común" con otras formaciones contra Díaz, dado que no es el "adversario", como tampoco lo son los sindicatos.

El dirigente de En Comú Podem ha recordado también que el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco, tildó de "error radical" la opción de que ERC pudiera confirmar un rechazo a la nueva reforma laboral.

Tras apelar a la legitimidad de los sindicatos para pactar el nuevo marco laboral, Asens ha insistido en que atienda a los propios votantes de ERC, que a su juicio mayoritariamente apoyan este proyecto normativo.

En consecuencia, le ha invitado a tener "menos pulsión partidista", dado que "falta mucho" para las elecciones, porque esta reforma laboral "no es el punto final" sino el "inicio" de más acuerdos en este ámbito.

Además, ha destacado que están "esperanzados" de preservar el apoyo del bloque de investidura y, desde la prudencia de mantener la discreción sobre los contactos, ha ahondado en que son optimistas y que las negociaciones van bien. Desde el espacio confederal señalan la buena interlocución que existe con estas formaciones.

Por otro lado, ha rechazado la vía de la geometría variable para convalidar el texto y la opción de apoyo de Ciudadanos, un debate falso porque "los números no dan", dado que si en la ecuación se incluye a la formación naranja eso implicaría la salida del PNV, cuyo concurso es necesario.

Por tanto, ha exhortado a dar prioridad a lograr consenso con el bloque de investidura y no evitar entrar en una "zona de peligro" al "virar a la derecha", pues la mayoría progresista es como un "jarrón chino" que si se rompe pueden recomponerse los pedazos, pero sería difícil recuperar la confianza perdida.