Mogadiscio, 9 ene (EFE).- El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, y los presidentes de los cinco estados federales del país acordaron hoy en Mogadiscio concluir las elecciones de la Cámara Baja del Parlamento el próximo 25 de febrero, un hito importante para los comicios presidenciales.

Para llegar a este acuerdo, los presidentes de los estados federales que conforman el país -Galmudug, Puntlandia, Jubalandia, Hirshabelle y el estado del Suroeste- y otros altos cargos -como el alcalde de Mogadiscio- mantuvieron reuniones con el primer ministro desde el pasado lunes.

Aunque el mandato del presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo caducó en 2021, las elecciones se han retrasado debido a desacuerdos políticos, demoras en los comicios parlamentarios y una escalada de tensiones políticas entre el presidente y el primer ministro.

Según las leyes de Somalia, el presidente es elegido por los 329 miembros del Parlamento somalí -54 legisladores en la Cámara Alta y 275 legisladores en la Cámara Baja-.

Mientras que los legisladores de la Cámara Alta son escogidos por los gobiernos estatales, cerca de 30.000 representantes de los clanes que habitan en Somalia votarán a partir del 15 de enero por sus representantes en la Cámara Baja.

El acuerdo de este domingo se alcanzó en medio de una nueva crisis política que llegó a su apogeo el pasado 27 de diciembre, cuando el presidente Farmajo ordenó la suspensión de los poderes del primer ministro por un presunto caso de corrupción.

La oficina de Roble, por su parte, calificó la decisión del presidente somalí como “un intento fallido para apoderarse militarmente de la Oficina del primer ministro”.

Entonces, la ONU, la Unión Africana, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros socios de esta nación del Cuerno de África, pidieron una solución dialogada al conflicto y que los líderes somalíes se abstengan del “uso de la fuerza que podría socavar la paz y la estabilidad”.

El aplazamiento sistemático de las elecciones supone una distracción respecto a problemas notables para el país, como la lucha contra el grupo yihadista Al Shabab, que controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab. EFE

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