ROMA, 18 (EUROPA PRESS)

El religioso español, Antonio Carrón, es parte del equipo directivo del Instituto de Antropología de la universidad pontificia Gregoriana, un centro de excelencia en la prevención de los abusos que trabaja en la formación continua de personas no solo del ámbito eclesial para "corregir los defectos" que hacen que estos casos se den de forma sistemática".

"Lo que hacemos es poner los medios necesarios para que se mejore el trato con personas vulnerables y, también, corregir los defectos que hacen que se produzcan abusos de forma sistémica", señala en una entrevista con Europa Press.

El Centro de Antropología para la Dignidad Humana de la universidad Gregoriana, que hasta ahora se ocupaba de la protección del menor, ha sido recientemente elevado a rango de Instituto, con el objetivo de dar formación a las personas para atajar en origen cualquier tipo de abuso y difundir una cultura del cuidado en todos los ámbitos, no solo dentro de la Iglesia.

La mayor parte de los estudiantes que se apuntan a los cursos son religiosos, sacerdotes y laicos comprometidos con la Iglesia, pero también "se han creado alianzas muy interesantes con empresas vinculadas a la tecnología, multinacionales del mundo de la comunicación o entidades públicas que se ocupan de ciberdelincuencia", según asegura Carrón. Para optar al curso, que dura cinco meses, solo se necesita una carta de recomendación de una autoridad eclesiástica o civil.

Carrón deja claro que intentar hablar de una "erradicación total y completa" de los abusos sexuales en la Iglesia es una "idea absolutamente irreal e ingenua". Pero apunta a que se pueden mejorar muchas prácticas y para ello es esencial "la escucha". "No tiene nada que ver leer un testimonio o ver un vídeo que ver a una persona en directo contando en lágrimas su sufrimiento. Las personas salen muy impresionadas, con sentimientos encontrados de rabia o tristeza después de este curso", señala.

Este agustino recoleto lleva años trabajando en la prevención de los abusos e imparte varios cursos sobre educación sexual, castidad y roles de género; la adicción al cibersexo o cómo identificar los perfiles de un abusador. "La investigación científica sobre la dignidad humana desde la óptica de la antropología cristiana es fundamental", manifiesta. Los cursos impartidos en este Instituto, que cuenta con el aval de una de las víctimas más reconocidas a nivel internacional, el chileno Juan Carlos Cruz, se basan no solo en "los aspectos cognitivos o intelectuales", ya que es necesaria "una transformación de los corazones".

"Muchos llegan con dudas sobre el grado de difusión de esta realidad; otros quieren buscar solo datos y estadísticas, pero poco a poco todos ganan una mayor sensibilidad", asegura.

El equipo docente cuenta con profesionales juristas, psicólogos y canonistas. "Se trata de una red interdisciplinar que trabaja desde una perspectiva global", señala Carrón. No solo se busca contrarrestar la violencia contra los menores en la Iglesia, sino que su ámbito de actuación se extiende a todos los maltratos ejercidos sobre personas vulnerables, como inmigrantes que son víctimas de trata, mujeres o jóvenes en una situación de dependencia o adicción.

En este sentido, Carrón también considera importante analizar y prevenir los abusos de poder y conciencia contra los seminaristas o los que se dan en el seno de las congregaciones religiosas.