Barcelona, 14 ene. (EFE).- La muerte del arquitecto catalán Ricardo Bofill este viernes a los 82 años ha dejado reacciones dentro del mundo de la arquitectura, la política y la cultura, entre ellas la del president de la Generalitat, para quien "su legado será siempre recordado dentro y fuera del país".

A través de las redes sociales, Pere Aragonès ha hecho llegar sus condolencias a la familia y los amigos del fallecido y ha destacado que "su mirada cosmopolita y su legado arquitectónico serán siempre recordados dentro y fuera del país".

Por su parte, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, lo ha considerado "uno de los grandes exponentes de la arquitectura posmoderna" y ha recordado la Cruz de Sant Jordi que recibió en 1993 y la "huella imborrable" que deja con su muerte.

Asimismo, el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) y su decana, Assumpció Puig, han lamentado la pérdida de "uno de los arquitectos catalanes con más proyección internacional" y con una trayectoria "marcada por la innovación".

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ha expresado su tristeza por la noticia: "nos deja un brillante arquitecto, referente del urbanismo cosmopolita y que situó Barcelona entre las ciudades líderes en arquitectura moderna y contemporánea".

Además, desde el Ayuntamiento de Sant Just Desvern, de donde Bofill era vecino y ciudad en la que se encuentra su taller de arquitectura y el emblemático edificio Walden-7, han manifestado sus condolencias.

También han lamentado la muerte del arquitecto el Teatre Nacional de Catalunya y el Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña, edificios que Bofill diseñó, así como Òmnium Cultural. EFE

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