Estrasburgo (Francia), 8 mar (EFE).- El Parlamento Europeo pidió este martes a los Estados miembros de la Unión que creen líneas telefónicas de atención a las víctimas del racismo e instó a todos los países del club comunitario a crear planes nacionales estratégicos para atajar este tipo de discriminación.

Ambas reclamaciones forman parte de un informe parlamentario más amplio, que analiza el papel de la cultura, la educación, los medios de comunicación y el deporte en la lucha contra el racismo, y que fue aprobado hoy por el pleno de la Cámara comunitaria con 495 votos a favor, 109 en contra y 92 abstenciones

En el texto, el Parlamento Europeo urge a los Estados miembros a que incluyan el delito de odio en sus legislaciones nacionales y también lamenta que, hasta ahora, solo 15 de los 27 países de la Unión, entre ellos España, hayan desarrollado planes de acción nacionales para combatir el racismo.

La Cámara defiende la utilidad de este tipo de herramientas porque, según dice, sirven para establecer medidas concretas y, en este sentido, los legisladores europeos proponen a los Veintisiete la creación de agencias de mediación y de centros formativos para prevenir o lidiar con las situaciones de discriminación étnica.

La ponente de este informe aprobado por el Parlamento, la eurodiputada francesa Salima Yenbou, lamentó durante el debate en el hemiciclo que el racismo sea, a su juicio, "un problema en Europa", puesto que, en su opinión, "está anclado de forma estructural" en las sociedades occidentales.

"Como es omnipresente, debemos incluir la lucha contra el racismo en todas las políticas públicas de la Unión", aseveró esta representante del grupo de Los Verdes.

Sin embargo, para tener en cuenta esta dimensión a la hora de legislar, Yenbou insistió en la necesidad de recopilar datos que cuantifiquen todas las situaciones de discriminación o desigualdad que se producen en la Unión Europea por razones étnicas.

En este sentido, el texto aprobado por la Eurocámara reconoce que "muchos grupos minoritarios tienen que soportar violencia policial" y denuncia que las víctimas de este fenómeno "carecen de una protección y de un acceso a la justicia suficientes".

Con todo, en la línea del informe, los eurodiputados españoles que intervinieron durante el debate, destacaron especialmente el papel cohesionador que puede jugar la educación a la hora de prevenir el racismo y fomentar la igualdad.

El eurodiputado del PSOE Domènec Ruiz Devesa reclamó, por ejemplo, la creación de "un currículum europeo común" a fin de que "contenga un contenido fuerte en materia de lucha contra el racismo, la xenofobia, el antisemitismo y la islamofobia".

Además, también abogó por "incluir en los tratados europeos la lucha contra estas lacras como una seña de identidad de la Unión", aunque un cambio de esta envergadura requiere del consenso de todas las instituciones comunitarias.

Por su parte, la diputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundúa recordó que, desde hace 11 años, los Estados miembros de la Unión llevan bloqueando en el Consejo Europeo la aprobación de una directiva comunitaria que institucionaliza la igualdad de trato entre personas, independientemente de su religión o convicciones.

"Ha pasado tanto tiempo que el Consejo y la Comisión deberían hacernos saber cómo esperan que saquemos adelante unos mínimos claros y comprensibles que ayuden a las políticas públicas a desterrar este tipo de lacras", zanjó la parlamentaria del grupo liberal en la Eurocámara. EFE

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