MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

La asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres, ha lanzado a través de las redes sociales la primera encuesta que medirá 'El coste de la conciliación', en términos económicos, emocionales y sociales.

Tal y como ha explicado la organización, esta encuesta "valorará todo el trabajo del cuidado que mayoritariamente sigue recayendo en las mujeres" con el objetivo de que se haga "visible lo invisible" y "luchar para que se reconozca social y económicamente la maternidad".

A su juicio, la conciliación en el país supone para las mujeres un "coste económico y laboral", pues estas "ralentizan, frenan o paralizan su trayectoria profesional y con ello su salario"; pero también denuncian la existencia de un "coste personal y emocional" por la "carga mental asociada" que supone y que, según señalan, "multiplica las situaciones de estrés y ansiedad" y no permite a las mujeres tener tiempo para el "autocuidado".

Además, el Club de Malasmadres denuncia también el "coste social" de la conciliación. "La mujer se vuelve invisible cuando se convierte en madre", han señalado, antes de apuntar que "el papel de la madre en el país está oculto".

Es por eso que, bajo la premisa de que 'conciliar no es gratis', la encuesta lanzada por la Asociación Yo No Renuncio busca calcular el coste de todos los trabajos necesarios para la supervivencia diaria de una familia.

"El coste de la conciliación es una campaña de concienciación con el objetivo de reconocer y visibilizar el trabajo invisible y gratuito de los cuidados que recae tradicional y mayoritariamente en las mujeres", ha explicado la presidenta de la asociación, Laura Baena.

"Ese trabajo tiene un coste emocional, laboral y social para nosotras. Por eso hemos creado una encuesta que analice cómo viven esta situación las mujeres, principales responsables de estas tareas, y cuantificar el tiempo que dedicamos a este trabajo no pagado", ha añadido.

La asociación recuerda, en este sentido, el estudio 'Somos Equipo' que realizaron en 2017 y que, según señalan, detectó claramente que la corresponsabilidad está lejos de ser una realidad en España y que las mujeres son las principales responsables de las tareas doméstico-familiares, con más intensidad desde que se convierten en madres.

A su juicio, la entrega incondicional al cuidado de su familia, hace que la mujer asuma las obligaciones del hogar como propias y olvide que se trata de un trabajo, en la mayoría de las cosas un segundo trabajo, con una carga mental importante y un coste invisible.