MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha encargado este jueves una batería de diligencias para determinar la participación de los ex jefes de ETA Ignacio de Gracia Arregi, alias 'Iñaki de Rentería', José Javier Arizcuren Ruiz ('Txapote'), Mikel Albisu ('Mikel Antza'), Julián Achurra Egurola ('Pototo') y Juan Luis Aguirre Lete ('Isuntza') en la toma de la decisión de matar al concejal del PP Gregorio Ordóñez, asesinado el 23 de enero de 1995.

Después de tomar declaración como imputados a 'Iñaki de Rentería' y 'Mikel Antza', el encargado del Juzgado Central de Instrucción Número 1 ha ordenado nuevas diligencias para determinar la participación de los miembros del ZUBA o Comité Ejecutivo de ETA en el asesinato de Ordóñez, bien como autores mediatos, bien como responsables del delito cometido por los autores materiales --que ya fueron condenados-- en comisión por omisión.

Así, ha solicitado a la Guardia Civil que localice y analice la documentación en poder de miembros de ETA relacionada con las actas de reunión del ZUBA en fechas inmediatamente anteriores, simultaneas y posteriores al asesinato de Ordóñez, a fin de corroborar la asistencia a estos cónclaves de los dirigentes de ETA mencionados, y de los temas y asuntos tratados en las mismas, con especial interés en las referencias a acciones contra políticos del PP.

Asimismo, ha reclamado que se aporte la información que se haya obtenido en dispositivos informáticos obrantes en 138 sellos (precintos judiciales franceses) que fueron intervenidos con ocasión de la detención de 'Mikel Antza' en octubre de 2004 con el objetivo de revisar si entre los datos hubiera informaciones o indicios relacionados con este crimen.

Abascal también ha acordado unir a este procedimiento una serie de informes y sentencias sobre estos cinco dirigentes etarras y su participación en atentados y secuestros investigados en otras causas judiciales.

"ESTRATEGIA DE DESESTABILIZACIÓN"

El magistrado ha enmarcado el asesinato de Ordóñez en la "estrategia de desestabilización" del Estado que los nuevos dirigentes etarras pusieron en marcha en 1993 para recuperarse del éxito policial de Bidart, mediante una serie de atentados contra militantes del PP y del PSOE.

A este respecto, el instructor ha recordado el auto de 2015 por el se admitió la denuncia presentada por Consuelo Ordóñez contra estos etarras por su presunta responsabilidad en el asesinato de su hermano como miembros del ZUBA, de la que parte esta investigación judicial.

Dicha resolución establecía que ETA se asienta sobre la base de una jerarquía basada en una rígida disciplina, que, al amparo de la cúpula o Comité Ejecutivo, asume todas las funciones directivas, de forma que no hay nada que esa cúpula no controle, impulse o dirija, como órgano encargado de que se cumplan las líneas estratégicas de la banda criminal.

La toma de decisiones, señalaba entonces el auto, para llevar a cabo una acción terrorista aplicando la estrategia diseñada por el Comité Ejecutivo se difundía a todos los militantes a través de citas orgánicas o cursillos de adiestramiento y publicaciones internas.

"El Comité Ejecutivo, decide, coordina, selecciona los objetivos, envía la información, entrega el material necesario para atentar, designa genéricamente el objetivo y ordena expresamente llevar a cabo el atentado", recalca Abascal.

Recuerda asimismo que después de marzo de 1992, tras la desarticulación de Bidart, 'Iñaki de Rentería' y 'Mikel Antza' consiguieron reorganizar estructural y operativamente la banda terrorista, incorporando nuevos integrantes a la "nueva dirección de ETA", poniendo en marcha esa "estrategia de desestabilización" ya en 1993. Los otros tres etarras se integraron al ZUBA entre finales de 1994 y 1995.