Kabul, 7 mar (EFE).- La organización Human Rights Wacht (HRW) denunció este lunes que los medios de comunicación provinciales en Afganistán se encuentran en una situación especialmente crítica debido a "la extensa censura y violencia" desatada por los talibanes desde que se hicieron con el poder.

"El acoso y los ataques de los talibanes a los periodistas fuera de las principales áreas urbanas ha pasado mayoritariamente desapercibido, lo que ha provocado que los medios en las provincias periféricas se autocensuren o directamente cierren", dijo la investigadora de HRW Fereshta Abbasi en un informe.

Tras entrevistar a 24 periodistas y otros profesionales de la información, la ONG concluyó que los fundamentalistas ejercen un férreo control de la información y suelen amenazar o recurrir a la violencia si consideran que los reportes perjudican su imagen.

Muchos de los entrevistados por HRW afirmaron haber sido víctimas de palizas ellos mismos, o sus compañeros, por "intentar informar sobre protestas contra los talibanes, las detenciones arbitrarias, los crecientes precios de alimentos y otros temas".

El control de la información por parte de los talibanes fuera de Kabul llega incluso a la censura previa, denunció HRW, ya que los fundamentalistas vigilan activamente las publicaciones de los periodistas "y les obligan a compartir el contenido de sus noticias con la Dirección provincial de Información y Cultura".

"Incluso informes publicados antes de la toma de poder de los talibanes son objeto de escrutinio", según la ONG.

La situación de las mujeres periodistas es particularmente precaria, y HRW apuntó a un informe publicado el pasado diciembre por Reporteros Sin Fronteras (RSF) según el cual el 80 % de todas las profesionales de la información perdió su empleo o abandonó la profesión tras la captura del país por los talibanes en agosto de 2021.

En la provincia eminentemente rural de Ghor, en el oeste de Afganistán, las autoridades de los talibanes impidieron a las mujeres volver a sus puestos de trabajo.

"A fecha de febrero, no hay ninguna periodista mujer en Ghor", lamentó HRW, una situación que se repite también en otras provincias.

Afganistán ya era antes de la vuelta al poder de los talibanes uno de los países más peligrosos para los periodistas y en 2021 ocupaba el puesto 122 de 180 países en el índice de libertad de prensa de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Según un informe publicado el pasado diciembre por RSF en colaboración con la Asociación de Periodistas Independientes de Afganistán (AIJA), desde el regreso de los islamistas más de 230 medios de comunicación cerraron en el país y unos 6.400 periodistas perdieron su empleo.

Todo esto supone un grave retroceso frente a los avances logrados durante las últimas dos décadas tras la caída en 2001 del primer régimen talibán, con el nacimiento de los medios de comunicación independientes como uno de sus mayores logros. EFE

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