MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Células especializadas halladas en las cámaras digestivas de las esponjas, nuestros parientes animales más lejanos, podrían representar el punto de partida para la evolución del sistema nervioso, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Science'.

"Nuestro trabajo sitúa a las esponjas en el centro del escenario para dilucidar la evolución del sistema nervioso", escriben los autores. Sus hallazgos apuntan a que las células implicadas en la regulación de la alimentación y el control del entorno microbiano de las esponjas son precursoras de una comunicación celular más avanzada en los animales.

Se desconoce el origen evolutivo de los tipos de células metazoarias complejas y especializadas capaces de establecer una comunicación dirigida entre sí. Aunque los Porifera, o esponjas, son multicelulares, carecen de verdaderos tejidos y órganos y no tienen sistemas nervioso, digestivo o circulatorio.

En su lugar, dependen del agua que fluye a través de su cuerpo poroso para obtener alimento, oxígeno y eliminar los desechos. Sin embargo, a pesar de su sencilla organización, las esponjas tienen genes que suelen expresarse en las neuronas o los músculos de animales más complejos, así como genes utilizados por nuestro cerebro para construir conexiones sinápticas. Es más, pueden realizar contracciones de todo el cuerpo para expulsar los desechos de su organismo.

Todavía no se han identificado las células capaces de esta comunicación coordinada en estas criaturas sin sistema nervioso, en parte porque investigar el papel de los genes en estas células esponja ha sido un obstáculo tecnológico.

Mediante la secuenciación de ARN de células individuales de todo el cuerpo, Jacob Musser, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, y sus colegas realizaron un estudio exhaustivo de los tipos de células de la esponja de agua dulce 'Spongilla lacustris'.

El equipo identificó 18 tipos celulares distintos, entre los que se encontraban varios previamente desconocidos, no reconocidos o poco conocidos. Los autores describen pinacocitos contráctiles, fagocitos ameboides y células neuroides secretoras estrechamente asociadas a coanocitos digestivos que expresan genes importantes en la comunicación sináptica, todos ellos residentes alrededor de las cámaras digestivas de las esponjas.

La microscopía correlativa de rayos X y de electrones de las células neuroides reveló la existencia de células especializadas que apoyan la comunicación celular alrededor de las cámaras digestivas y se utilizan para regular la alimentación. Los investigadores creen que estos módulos pueden haberse conservado e incorporado a la pre y postsinapsis en el sistema nervioso de animales posteriores.