Barcelona, 25 feb (EFE).- El equipo científico del Institut de Ciències del Mar de Barcelona (ICM-CSIC) ha constatado que es posible mejorar la predicción de las corrientes marinas, un factor importante que regula el clima de la Tierra, a través del uso de satélites para medir la salinidad del agua del Ártico.

Según han explicado los responsables del ICM esta mañana a través de un comunicado, "la mejora de los datos de satélite y de los modelos de predicción de la circulación marina es muy importante en el escenario de la crisis climática para entender los cambios que se están produciendo en el Ártico".

El equipo científico ha obtenido datos de salinidad del mar del satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea y los ha integrado en el servicio de motorización de la circulación marina del Ártico, el sistema TOPAZ, para generar pronósticos "a tiempo casi real" de las condiciones físicas del océano.

"Conocer la salinidad de los océanos es importante para el desarrollo de modelos climáticos, ya que ésta afecta a la densidad del agua, que es la que gobierna la circulación marina, las corrientes, uno de los principales condicionantes del clima de la Tierra", ha explicado la investigadora del ICM, Carolina Gabarró.

Normalmente la salinidad del mar se mide in situ con los sensores de conductividad, temperatura y profundidad CTD, que permiten obtener datos tan solo de un punto y momento concretos, mientras que, como explican los científicos, los satélites recogen datos constantemente sean cual sean las condiciones ambientales. EFE

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