Madrid, 30 dic (EFE).- El francés Maxime Vachier-Lagrave derrotó en el desempate al ídolo local, el polaco Jan-Krzysztof Duda, y destronó en Varsovia al noruego Magnus Carlsen como campeón mundial de ajedrez relámpago (blitz) en un torneo de 21 rondas en dos jornadas consecutivas.

Duda, el jugador que en octubre de 2020, en la quinta ronda del torneo Norway Chess, acabó con la racha de 125 partidas de Carlsen sin conocer la derrota en ajedrez clásico, y Vachier-Lagrave, número 3 en el ráking mundial de la modalidad blitz (3 minutos por bando con 2 segundos de incremento), progresaron en la segunda jornada hasta terminar al frente de la clasificación con 15 puntos de 21 posibles.

El iraní -residente en Francia- Alireza Firouzja, número dos del mundo en ajedrez clásico (sólo Carlsen y él superan los 2.800 puntos Elo), alcanzó los mismos 15 puntos, pero sus peores estadísticas le dejaron fuera del desempate por el título, reservado a los dos primeros.

Carlsen, que venía de revalidar en Dubai su corona mundial de ajedrez clásico con una victoria contundente sobre el ruso Ian Nepomniachtchi, llegó a Varsovia en posesión de la triple corona (también con las de rápido y relámpago), pero se ha dejado las dos últimas en la capital polaca. En apenas 48 horas terminó tercero en rápidas y undécimo en blitz.

Las opciones de Carlsen de revalidar su título blitz experimentaron ya un brusco descenso este miércoles en la primera jornada, al perder dos partidas seguidas, contra el polaco Bartosz Socko (Elo 2571) y el ruso Vladimir Fedoseev (2690), y aún puso ser peor, porque llegó a estar perdido, a continuación, contra otro ruso, Alexandr Predke (2627), aunque terminó venciendo en un precipitado final.

El noruego también cayó frente al azerbaiyano Shakriyar Mamedyarov, y terminó el día noveno, a punto y medio del líder Levon Aronian, armenio que juega bajo bandera estadounidense.

El segundo día comenzó con la noticia del positivo en covid del estadounidense Hikaru Nakamura, un gran especialista en rápidas, que le dejó fuera del torneo.

La victoria de Carlsen sobre el iraní Marham Maghsoodloo, al comienzo de la segunda jornada, fue un breve repunte del campeón, que luego hizo tablas con el armenio Haik Martirosyan y perdió contra su viejo conocido Anish Giri. El revolcón frente al holandés prácticamente aseguraba un cambio de titular em el ajedrez relámpago. A falta de seis rondas, Carlsen estaba décimo, a 2 puntos del líder Aronian. Tenían que fallar muchos rivales para que el noruego pudiera retener la corona.

La clasificación cambiaba radicalmente con cada ronda, aunque con Aronian siempre en la punta hasta que entró en crisis. Perdió tres partidas seguidas, entre las rondas 17 y 20, y se le echaron encima media docena de rivales.

A la última ronda, la número 21, llegaron seis empatados a 14 puntos, y de ellos sólo Duda (sobre el ruso Vladislav Artemiev), Vachier-Lagrave (contra Carlsen) y Firouzja, número 2 del ránking mundial de ajedrez clásico (contra Aronian) lograron ganar la última partida, pero el iraní, con peores estadísticas, hubo de conformarse con la medalla de bronce.

La corona de Carlsen quedaba ya solo al alcance de Duda y Vachier-Lagrave, que se la jugaron en un play off de partidas de tres minutos con 2 segundos de incremento por jugada. La primera, con el francés al mando de las blancas, acabó en tablas tras una apertura española que se repitió en la segunda, en la que Vachier-Lagrave construyó una posición ligeramente favorable en el medio juego, pero se liquidó el material y se firmó un nuevo empate.

El reglamento del torneo concedía el título al que obtuviera la primera victoria, y fue el francés, otra vez con blancas, quien rompió el frente enemigo en una tercera partida al mismo ritmo. EFE

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