Lisboa, 13 feb (EFE).- El arzobispo de la ciudad portuguesa de Braga, José Cordeiro, reconoció que la Iglesia Católica "llegó tarde" para combatir los casos de pedofilia en la institución, que vive una "gran crisis" por ello, pero defendió que hay tiempo para obtener justicia y "cuidar todas las heridas".

“Creo que la sociedad llegó tarde y la Iglesia también, pero estamos a tiempo de juntos, con seriedad, justicia y caridad para con las víctimas, pero también con las otras personas que fueron afectadas, cuidar todas las heridas", alegó Cordeiro en rueda de prensa este fin de semana tras la toma de posesión de su nuevo cargo como arzobispo.

En su opinióno, esta crisis también es "de purificación", porque "la verdad nos libera".

"La verdad puede costar y todos vamos a sufrir con esto, pero es para que ella nos libere y para que la Iglesia sea un lugar acogedor, seguro", continuó.

Cordeiro asumió el cargo de arzobispo de Braga, región conocida también como "la Roma Portuguesa" o "la Ciudad de los Arzobispos", este sábado en una ceremonia en la catedral de esa localidad tras 10 años al frente de la diócesis de Bragança Miranda, y sucede así a Jorge Ortiga en la archidiócesis.

La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) creó a comienzos de enero una comisión para estudiar los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia en Portugal desde 1950, una entidad que, en un mes, ya ha recibido 214 denuncias.

Aquellos casos que no hayan prescrito serán remitidos a la Justicia lusa.

Las denuncias corresponden a víctimas nacidas entre los años 1933 y 2006, y algunas acusaciones "cruzan información, lo que naturalmente refuerza la credibilidad de los testimonios", alegó la comisión al difundir el informe mensual este jueves. EFE

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