Inés Escario

Zaragoza, 13 feb (EFE).- El aragonés Jesús Artigas se ha convertido en el primer español en lograr el oro en las Olimpiadas de Origami en Internet, la cita internacional de referencia de la papiroflexia a la que se han presentado más de ochocientos plegadores de todo el mundo.

Con la sensación de estar viviendo un momento "un poco increíble", este joven de 34 años muestra orgulloso durante su entrevista con Efe las doce figuras que han hecho que el jurado le haya otorgado la máxima puntuación, seguida por la del estadounidense Boice Wong y la del chino Du Jia Lei.

Las obras se exponen ya en la Escuela Museo de Origami de Zaragoza, lugar en el que trabaja este "olímpico" del arte de plegar, una pasión que descubrió a los ocho años y que le llevó hace una década al Grupo Zaragozano de Papiroflexia, el más antiguo del mundo centrado en esta técnica milenaria.

"Ya no es que te enganche, es que te muerde y no te suelta", comenta mientras observa sus esculturas de papel, que incluyen una pieza de creación propia, la prueba de más puntuación, en su caso, un faro enmarcado en un mar con oleaje y un acantilado.

Este año el tema propuesto por la organización para esta pieza inédita era 'Historias del mar', por lo que Artigas se propuso huir de peces, animales marinos o sirenas, y apostar por una escena poco común, en la que ha incluido varios barquitos en un guiño a la papiroflexia.

El resto de trabajos presentados al concurso fueron interpretaciones de obras de otros artistas, como el Elasmosaurus, un reptil marino creado por el también español Alejandro Pascual y al que Artigas le ha añadido bastante volumen, ya que en estas pruebas se valora que el plegador deje su impronta.

Pero, si hay una obra que supuso un verdadero reto para el campeón de origami fue una de las "teselaciones" geométricas propuestas por el jurado para la que tuvo que realizar 30 piezas iguales de cien pasos que luego unió, invirtiendo aproximadamente una hora en cada una de ellas.

Aunque Artigas reconoce que la papiroflexia tiene mucho que ver con la precisión, la meticulosidad y la paciencia, se siente especialmente atraído por la parte creativa que ofrece. A él en concreto le gusta modelar objetos de la cultura pop y su primera creación, una de sus favoritas, fue el casco de Astérix.

Sin embargo, el proyecto en el que trabaja nada tiene que ver con el cómic, ya que es un libro de papiroflexia con animales de España en peligro de extinción, que incluirá ilustraciones y los pasos trazados a mano, algo que generalmente se suele hacer de forma digital.

Este arte tradicional de Japón, que allí se practica en la escuela y hasta en el ámbito familiar, es en la actualidad una afición muy extendida: "Parte de ello es gracias a internet, ya que puede empezar a plegar figuras muy básicas, y eso ofrece una progresión hasta poder llegar a plegar figuras como las de las Olimpiadas o hiperrealistas".

Para él, "Japón y España son los dos países que se miran" en estos momentos, y no hay que olvidar que en la tierra de la pajarita de papel existe una palabra para designar origami -papiroflexia- e incluso otra de repuesto que acuñó Miguel de Unamuno, que es cocotología.

Con podio o sin él, el próximo año España seguirá bien representada en las Olimpiadas de Origami, ya que Jesús Artigas podrá cumplir otro de sus "sueños de papel": ser jurado o escoger una de sus creaciones para que los concursantes de todo el mundo la interpreten. EFE

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