SAN SEBASTIÁN, 1 (EUROPA PRESS)

El buque Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario ha desembarcado en el puerto de la isla italiana de Lampedusa a las 176 personas, de las cuales 52 son menores -de ellos nueve de menos de diez años-, rescatadas el pasado viernes en aguas del Mediterráneo central.

En un comunicado, la ONG ha informado de que el capitán a bordo recibió autorización para fondear en una zona situada fuera de la isla y "tras pasar la noche soportando fuertes olas y viento, volvió a solicitar lugar de fondeo en otra zona y se lo concedieron".

No obstante, "las malas condiciones del mar provocaron la rotura del mecanismo de izado del ancla y tuvo que tomar la decisión de prescindir de ella", según ha indicado Salvamento Marítimo Humanitario, que ha destacado que se trata de "una operación un tanto peligrosa, que se pudo llevar a cabo finalmente sin provocar males mayores afortunadamente".

Desde ese mismo momento, Aita Mari continuó navegando en la zona, "capeando el temporal con olas de más de cinco metros en la costa". El pasado domingo, "ante la negativa respuesta por parte de las autoridades italianas sobre el posible desembarco en la isla de Lampedusa", el capitán del buque notificó la decisión de tomar rumbo a Sicilia para "encontrar resguardo y minimizar el impacto en la gente que se encontraba a bordo".

Recorrida una hora desde la partida, la tripulación del Aita Mari recibió un aviso por parte de las autoridades de Lampedusa "aconsejando no navegar en ese estado de la mar, pero tampoco se había concedido permiso para entrar en el puerto", han relatado desde la ONG.

Además, han destacado que las personas a bordo se encontraban "desgastadas, fatigadas y en un estado físico nada apropiado" y "la desesperación a bordo y el malestar incrementaba por momentos". Al poco tiempo de llegar a Lampedusa, Aita Mari recibió el aviso por parte de las autoridades de entrar a la zona portuaria y desembarcar a las personas. El desembarco concluyó a las 20.00 horas del pasado domingo.

Entre las 176 personas desembarcadas, 25 mujeres y 52 menores, nueve tienen menos de diez años. Las procedencias son Nigeria, Gambia, Mali, Costa de Marfil, Egipto, Bangladesh, Ghana, Somalia, Camerun, Sudan, Eritrea, Burkina Faso, Yemen, Guinea Conakry, Marruecos y Liberia.

Sobre las 23.30 horas del pasado domingo, la tripulación del Aita Mari recibió la notificación por parte de las autoridades sanitarias portuarias, de permanecer en cuarentena de 10 días "pese a la pauta completa de vacunación exigida a la tripulación tanto por parte de la ONG como de las autoridades competentes".

Desde Salvamento Marítimo Humanitario han destacado que, mientras Aita Mari navegaba solicitando puerto para desembarco, dos nuevos avisos se produjeron en el Mediterráneo Central. Uno en la costa de Túnez y otro en aguas maltesas.

La ONG desconoce el desenlace que estas personas habrán tenido "con el agravante meteorológico de fuertes rachas de viento y olas de cinco metros". También ha subrayado que, tras un rescate en el mar, "no es de recibo mantener la tensión y el sufrimiento de las personas a bordo y la coordinación entre los países debería atender a la emergencia y proceder a la evacuación rápida y segura de las personas para no alargar su sufrimiento" y que este tipo de situaciones "pueden acarrear graves secuelas psicológicas".

La ONG ha pedido "que sean las autoridades europeas, las que se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento garante en esta zona en lugar de financiar con dinero público la contención de las personas en países donde se vulneran los derechos humanos".

Finalmente, ha lamentado que "las devoluciones que se vienen realizando en algunas fronteras europeas como la de Grecia, dejan en evidencia que no tienen la voluntad de cumplir con los derechos humanos ni las leyes internacionales".