02.05.2024 |
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AÑO JUBILAR LEBANIEGO

Setenta voces, una sola ruta: El coro efímero que despide el Año Jubilar del Camino Lebaniego

Desde niños hasta mayores de 80 años, los integrantes de 'Voces del Camino Lebaniego' comparten su pasión por la música y su vínculo con esta ruta milenaria en un espectáculo que busca transmitir emociones y experiencias únicas

Setenta vecinos de municipios por los que discurre el Camino Lebaniego han prestado su voz a un coro participativo y efímero en la Iglesia Santa María de los Ángeles, que "nace y muere" como despedida al Año Jubilar. /  Pedro Puente Hoyos
Setenta vecinos de municipios por los que discurre el Camino Lebaniego han prestado su voz a un coro participativo y efímero en la Iglesia Santa María de los Ángeles, que "nace y muere" como despedida al Año Jubilar. / Pedro Puente Hoyos
Setenta voces, una sola ruta: El coro efímero que despide el Año Jubilar del Camino Lebaniego

Setenta vecinos de municipios por los que discurre el Camino Lebaniego han prestado su voz a un coro participativo y efímero, que "nace y muere" como despedida al Año Jubilar, para reflejar las distintas formas de sentir esta ruta que tienen quienes viven en su entorno.

Este grupo de personas, de muy distintas edades, y que no se conocían entre ellas, acabó siendo un coro "muy compaginado", como ha relatado a EFE su responsable, Esteban Sanz, que es compositor, director y pedagogo.

Después de ocho ensayos en el colegio Mata Linares de San Vicente de la Barquera, el coro 'Voces del Camino Lebaniego' culminó este viernes su preparación con un espectáculo efímero, a tres días del fin del Año Jubilar, en la Iglesia Santa María de los Ángeles de esa villa, que no se volverá a repetir. "Esto nace y muere para este proyecto", apunta Sanz.

El punto de partida de todo ello es la conexión de las personas que lo forman, todas de municipios por los que pasa el Camino Lebaniego, que tratan de volcar lo que significa para ellos vivir en esas zonas.

"Cada una tiene su forma de sentirlo y de vivirlo", señala Sanz, cuya labor principal ha sido unir las sugerencias de los vecinos para crear un conjunto "coherente" con todos esos "chispazos": "Todo está construido con aportaciones vitales, musicales y personales del grupo".

Sonidos "tipo Alfonsina y el mar", una tonada popular de Liébana, canciones "más pop" o la religiosa Dona nobis han sido algunas de las piezas que han conformado el "puzzle" musical de este coro, aunque para su responsable lo que suena es lo menos importante.

"Es un programa sobre la marcha, a medida que el propio grupo va evolucionando, con un enfoque muy participativo, muy creativo, en el que no hay nada preconcebido, sino que se va sacando lo mejor de cada integrante en todo momento", valora Esteban Sanz, que también es el director artístico del Palacio de Festivales de Cantabria.

El objetivo, insiste, no es la excelencia musical, aunque se intente "todo lo posible". Se busca "un espectáculo, un recorrido emocional y artístico pasando por diferentes títulos, melodías, momentos musicales", con el cuerpo como protagonista. "Aquí no hay carpetas, no hay quietos... Nos movemos y hacemos coreografías, utilizamos elementos de puesta en escena", añade.

Niños, mayores...

Niños de 5 y 6 años y chicas de 14 han mezclado sus voces en este coro con las de mayores de 80. Los hay muy familiarizados con la música y otros que no han cantado nunca: "La típica persona a la que han dicho cuando surge algo de música, no, tú mejor estate calladito, no abras la boca, que eres de los que desafinan", lamenta Sanz.

Esos, asegura el director, son con los que más le gusta trabajar para "hacerles ver que la música es una cosa maravillosa que tenemos que experimentar todos, independientemente de nuestras facultades, talento y facilidad".

"Es un grupo muy variopinto", recalca sobre estas personas, que llegan desde Potes, Santander, San Vicente de la Barquera o de cualquiera de los municipios que hay entre medias.

Cantar "une a cualquiera"

"El primer día mucha, la mayoría de la gente, no se conoce de nada. A lo mejor viven a 50 kilómetros (...) Hay entre comillas esa desconfianza de decir no sé muy bien a lo que vengo ni dónde me he metido. Y entonces, poco a poco, se van construyendo las relaciones", explica.

En su opinión, el canto coral es "una herramienta tan potente que realmente une a cualquiera". "En cuanto empiezas a cantar con alguien, ya te estás entendiendo, ya te estás llevando bien", añade.

A través del canto, apostilla, se establecen "cantidad de vínculos, complicidades y situaciones de humor, diversión, alegría y muchas emociones".

Setenta voces, una sola ruta: El coro efímero que despide el Año Jubilar del Camino Lebaniego
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