Vuelta la calma  climatológica a la Reserva Regional de Saja, el pasado fin de semana se pudo desarrollar con normalidad la actividad venatoria.

Tras los 39 guarros abatidos a lo largo del sábado y domingo, el botín total de la temporada se sitúa en los 291 jabalines muertos. Hay que tener presente que hay una veintena de batidas  que se no se pudieron realizar por el fuerte viento y los incendios, por lo que se intentarán recuperar  a finales de la campaña.

La cuadrilla de Emilio Casares logró el cupo de 10 piezas en el monte lebaniego de Panda y Carrielda. Cuatro bichos cayeron en Cieza Norte  «por culpa» de las escopetas del grupo de Fernando Ceballos. Con 3 se bajaron de Peña Colsa los de la cuadrilla quedirig3 Manuel San Román, al igual que hicieron los de David Gutiérrez en Vados Centro. Ya se sabe, que en la comarca de Cabuérniga 3 es el cupo máximo autorizado.

Dos suidos se mataron en Bicobres Sur, Vados Sur, Pámanes y Hornedo, Montabliz, Dobra y Regaos y Milagro, donde montearon los grupos de Domingo Bueno, Juan Carlos Cobo, Urbano Sánchez, Víctor Manuel Álvarez, Jaime Parra y Carlos Antuñano, respectivamente. Con la muestra enfundaron las armas y metieron los perros en los remolques los de José Santos del Hoyo en Mataseñas y Cezuda, los de Jesús Ángel Relea en Arretuero, los de Javier Álvarez en Peña Fresneda, los de Bruno Gómez en  Casal Norte y los de Manuel Landeras en  Fuentes Oeste. Y no se mató nada en las monterías celebradas en Mozagruco, Palombera Este, Abiada, Canaluco, y Montequemado. Tampoco se «tocó pelo» en Negreo y Troncos, Monte Cubino, San Cifrián y Cotera Oria.