La pasión no entiende de horarios, y así lo demostró la afición del Racing de Santander desde primera hora del día de ayer, congregándose en las taquillas de El Sardinero para asegurarse un sitio en el próximo encuentro contra el CD Mirandés. Este partido, marcado como una verdadera final en el calendario del equipo, es crucial para mantener vivas las esperanzas de ascenso a Primera División.

Desde el amanecer, las colas en El Sardinero fueron una clara muestra del fervor y la esperanza que los seguidores depositan en su equipo. Con el sueño del ascenso palpable en el aire, la afición cántabra se ha volcado completamente con su equipo en esta recta final de la temporada.

El próximo sábado 11 de mayo, a las 14:00 horas, el Racing se enfrentará al CD Mirandés en un encuentro trascendental para sus aspiraciones. La expectativa es tal que se anticipa que las taquillas de El Sardinero cuelguen el cartel de ‘No hay billetes’ mucho antes del pitido inicial. Este partido no solo es una competición en el campo, sino también un reflejo del compromiso y la pasión de una ciudad entera que ve en su equipo la posibilidad de regresar a la élite del fútbol español.

Además, el Racing tiene frente a sí un calendario desafiante, con partidos contra equipos como el SD Huesca y el Real Zaragoza, que podrían definir el curso de esta competición. Cada partido es ahora más que nunca un paso adelante en su lucha por el ascenso, con la comunidad y los aficionados respaldando vehementemente cada jugada en el campo.

La situación se siente no solo en las gradas sino en cada rincón de Santander, donde el eco del último triunfo aún resuena, y la anticipación por lo que está por venir mantiene a la ciudad en vilo. El Racing de Santander no solo juega por puntos, sino por el orgullo de una región que anhela ver a su equipo triunfar en los más altos niveles del fútbol español.