El líder independentista Carles Puigdemont ha manifestado enfáticamente su postura ante el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante un encuentro con alcaldes catalanes en Amélie-les-Bains-Palalda, Francia. En un discurso contundente, Puigdemont ha subrayado la determinación de su formación, Junts+, de no convertirse en el salvavidas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Con un tono de rechazo a la idea de ser instrumentalizado políticamente, Puigdemont afirmó que "Cataluña no puede ser el flotador del PSOE; no hemos venido a reflotar al PSOE". Esta declaración se inscribe en el contexto de las tensiones políticas entre los partidos independentistas catalanes y el Gobierno central en Madrid.

El expresidente de la Generalitat de Cataluña destacó la capacidad de decisión que, según él, posee Junts para confrontar al Gobierno central en temas cruciales, como los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Puigdemont enfatizó que su formación no respaldará un presupuesto que no aborde adecuadamente las necesidades y demandas de Cataluña, especialmente en términos de financiación.

En este sentido, Puigdemont criticó la actual distribución de recursos financieros entre las distintas regiones de España, calificándola de injusta y expoliadora para Cataluña. Su posición refleja la persistente controversia en torno a la financiación autonómica en España, con Cataluña siendo una de las regiones más vocalmente críticas.

Además de sus críticas al PSOE y al Gobierno central, Puigdemont también arremetió contra el candidato del Partido Socialista Catalán (PSC), Salvador Illa. Lo acusó de permitir la desviación de recursos de Cataluña hacia Madrid, a expensas del bienestar de los ciudadanos catalanes. Esta crítica se suma a las ya existentes sobre la gestión de Illa como ministro de Sanidad durante la pandemia de COVID-19.

Por su parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, respaldó las declaraciones de Puigdemont y subrayó la importancia de las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo. Turull hizo un llamamiento a los ciudadanos a votar por el liderazgo que representa Puigdemont, enfatizando la necesidad de un gobierno catalán que no eluda los problemas y desafíos que enfrenta la región.

El discurso de Puigdemont y las declaraciones de Turull reflejan la tensión política y las disputas ideológicas que continúan marcando el panorama político en Cataluña. Mientras tanto, el PSOE y el PSC respondieron a estas críticas, reafirmando sus posturas y estrategias políticas respectivas en medio de un clima electoral cada vez más polarizado.

Este episodio resalta la complejidad y la sensibilidad de las relaciones entre el gobierno central y las comunidades autónomas en España, especialmente en el caso de Cataluña, donde las tensiones políticas y el movimiento independentista han sido temas recurrentes en la agenda política nacional.