Los servicios jurídicos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han interpuesto una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), solicitando una exhaustiva investigación sobre los incidentes ocurridos el pasado 31 de diciembre frente a su sede en la calle Ferraz, Madrid. En el escrito presentado, se insta al Ministerio Público a abrir una investigación para determinar la naturaleza delictiva, o no, de los hechos y la identificación de sus presuntos autores.

La denuncia del PSOE sostiene que durante la noche de Fin de Año se perpetraron cuatro tipos penales diferentes: injurias, delito de odio, manifestación ilícita y amenazas. Los socialistas argumentan que estos acontecimientos trascienden la crítica política convencional, constituyendo una preocupante "exaltación de conductas con tintes violentos".

En el documento presentado, se destaca a Vox como el "nexo común" en el contexto de las sucesivas concentraciones en la sede de Ferraz, señalando que lo ocurrido el 31 de diciembre representa el "colofón" de una campaña que, según el PSOE, ha sido marcada por "tintes violentos". En consecuencia, se aboga por investigar las posibles conexiones que vinculan estos hechos a la formación política Vox, sosteniendo que todas estas acciones, coordinadas y organizadas en el tiempo, podrían tener responsabilidades penales asociadas.

Los representantes del PSOE alegan que los incidentes suscitados durante la protesta del 31 de diciembre incitan a actitudes ilegítimas, llegando incluso a mencionar amenazas de "magnicidio". Además, subrayan que dichas acciones constituyen una agresión ilegítima al honor del PSOE y de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del partido, caracterizando las expresiones utilizadas como "injuriosas, denigrantes o desproporcionadas".

La denuncia detalla que la concentración congregó aproximadamente a 300 personas que entonaron cánticos contra el Gobierno, su presidente y el PSOE. Dichas manifestaciones estuvieron acompañadas de insultos, portando pancartas con lemas descalificantes y algunas con banderas de carácter preconstitucional.

En resumen, el PSOE busca a través de esta denuncia no solo esclarecer los eventos ocurridos en la noche del 31 de diciembre, sino también señalar la presunta responsabilidad de Vox en estos hechos y salvaguardar la integridad institucional y personal de sus miembros.