El Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha tomado una posición inusual al decidir alinearse con los partidos separatistas en el Parlament, optando por no respaldar ninguna de las propuestas de declaración institucional presentadas por Ciudadanos y Vox. Estas propuestas buscaban condenar de manera firme el reciente asesinato de dos guardias civiles en Barbate, quienes perdieron la vida tras ser arrollados por una narcolancha.

Lo llamativo de la decisión del PSC radica no solo en la negativa a condenar el acto violento, sino también en la abstención frente a la propuesta de guardar un minuto de silencio en el Parlament como muestra de respeto a las víctimas y sus familias. Este comportamiento ha causado perplejidad no solo entre los partidos de la oposición, sino también en la sociedad catalana.

Las propuestas presentadas por Ciudadanos y Vox compartían un enfoque similar, destacando la necesidad de que el Parlamento de Cataluña expresara una condena contundente frente a los asesinatos, mostrando apoyo incondicional a los familiares de los guardias civiles y al Instituto Armado al que pertenecían. Además, se instaba a expresar solidaridad con los agentes heridos, así como con sus familiares, y se enfatizaba el compromiso en la lucha contra el narcotráfico.

La reacción del PSC, caracterizada por el silencio en la Junta de Portavoces, ha dejado perplejos a los representantes de Ciudadanos, Vox y el Partido Popular (PP), quienes se encuentran solos en su respaldo a estas iniciativas. La portavoz de Ciudadanos, Anna Grau, expresó su indignación y subrayó la falta de previsibilidad en la actitud del PSC, recordando el minuto de silencio convocado por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, también socialista, frente al Ayuntamiento.

Joan Garriga, portavoz del grupo parlamentario de Vox, fue más allá al calificar de "escándalo" la posición del PSC. Garriga argumentó que, independientemente del origen de las víctimas, merecían reconocimiento y afirmó que estos trágicos sucesos deberían llevar a la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

El desconcierto y la indignación generados por la postura del PSC se intensificaron al no haberse producido ningún debate sobre el tema, dejando preguntas sin respuesta y alimentando las críticas de los partidos de la oposición. El hecho de que uno de los guardias civiles fallecidos fuera de Barcelona y otro herido fuera de Terrassa agrega un componente adicional de sorpresa, dada la representación del PSC en estas áreas.

El silencio de los grupos independentistas ante las propuestas y la falta de respuesta o justificación por parte de los representantes socialistas, Alicia Romero y Raúl Moreno, contribuyen a la complejidad de la situación. La ausencia de un posicionamiento claro del PSC en esta delicada cuestión deja a la sociedad catalana y a la opinión pública en general en un estado de incertidumbre y desconcierto respecto a la postura de esta formación política en relación con los acontecimientos trágicos en Barbate.

En resumen, la decisión del PSC de alinearse con partidos separatistas y abstenerse de condenar el asesinato de los guardias civiles, así como de respaldar el minuto de silencio en el Parlament, ha generado un debate inesperado y ha dejado a la oposición y a la ciudadanía en un estado de confusión respecto a la posición política y ética del partido frente a hechos de gran relevancia y sensibilidad.