Desde la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno, España ha experimentado una significativa caída en el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad (WPS), elaborado por la Universidad de Georgetown en colaboración con ONU Mujeres. En 2018, España ocupaba la quinta posición en este índice, pero en la última edición publicada este martes ha descendido al puesto 27. La pérdida en la "percepción de la seguridad de la comunidad" se destaca como el factor principal de este descenso, afectando la "movilidad y oportunidades fuera de casa" y vinculado a los "conflictos y la violencia".

Uno de los indicadores clave revela que casi una de cada cuatro mujeres mayores de 15 años en España se siente insegura al caminar sola en la ciudad o en áreas cercanas a su residencia. Además, España también experimenta un descenso en el indicador de "inclusión financiera". A pesar de la ausencia de discriminación legal y el acceso sobresaliente a la justicia, la inseguridad y las oportunidades económicas limitadas han contribuido al declive general del bienestar de las mujeres en el país.

Este retroceso se evidencia como un fracaso para el Ministerio de Igualdad, que ha contado con un presupuesto de más de mil millones de euros en 2022 y 2023. A pesar de los recursos asignados, la posición de España ha descendido en 14 puestos en tan solo dos años. La aplicación de la ley del "sólo sí es sí" podría haber contribuido a una mayor sensación de inseguridad, y la cifra de mujeres asesinadas por hombres sigue en aumento, llegando a 50 víctimas mortales en 2023.

A pesar de estos datos alarmantes, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha minimizado la importancia del informe y ha preferido destacar el Índice de Igualdad de Género 2023, en el que España ocupa la cuarta posición según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género. Montero sostiene que esto demuestra que "España es un mejor país gracias al feminismo y a las políticas feministas".