En respuesta a la advertencia de la Comisión Europea sobre la situación fiscal de España, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha reiterado la necesidad de una consolidación fiscal más sólida y sostenida para mantener la deuda en una trayectoria descendente y crear espacio para el crecimiento mediante el gasto. El último informe de perspectivas económicas de la OCDE pronostica un crecimiento del 1.4% en 2024 para España, una décima menos que la previsión gubernamental y seis menos de las proyectadas por el Ejecutivo.

Según la OCDE, el crecimiento en 2025 se situará en el 2%, impulsado principalmente por la demanda interna. Sin embargo, advierte que el consumo privado y la inversión se moderarán en el próximo año debido a la inflación y los altos tipos de interés, para luego repuntar en 2025.

Aunque la OCDE destaca una disminución del déficit fiscal durante el período proyectado, subraya la necesidad de una consolidación fiscal más fuerte para mantener la deuda en una senda descendente. Estima que el déficit se reducirá en 2024 y 2025 un 3.2% y un 3.1%, respectivamente, superando ligeramente el objetivo gubernamental del 3%.

En cuanto a la deuda pública, existen discrepancias entre las proyecciones del Gobierno y la OCDE. Mientras el Ejecutivo espera cerrar 2023 con un 108.1% del PIB, reduciéndose al 106.3% en 2024, la OCDE estima que será del 109.5% y 110.1% respectivamente.

El informe destaca la necesidad de centrar esfuerzos en proyectos de I+D mediante asociaciones entre empresas e institutos de investigación, reducir las diferencias regulatorias entre regiones y aumentar la productividad e innovación.

La OCDE advierte sobre posibles impactos negativos en la economía española, como una escalada en los conflictos de Ucrania e Israel, que podrían incrementar la inflación por los precios de la energía y afectar a los principales socios comerciales de España. También señala la "lenta implementación" del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia como un factor que podría frenar el crecimiento más de lo esperado.

En sus recomendaciones, la OCDE sugiere priorizar la mejora en la formación de los jóvenes y adoptar políticas activas más eficientes para reducir la alta tasa de desempleo juvenil. Además, aboga por un régimen fiscal más respetuoso con el medio ambiente, con una base impositiva más amplia y menos exenciones, para cumplir con los objetivos contra el cambio climático.